Continúa el proceso de liquidación paulatina de Izquierda Unida, en silencio y sin que nadie haya puesto ni una esquela. Desde el documento de las amapolas, creo que era de 1986. O las reuniones después del reférendum de la OTAN, Izquierda Unida fue primero una coalición de partidos y luego un movimiento político y social, siempre bajo el control del Partido Comunista. En el transcurso de un año van a presentarse bajo tres etiquetas diferentes. En las autonómicas como IU. En las municipales como Ganar Cádiz o similar. Ahora parece que con el nombre de Unidad Popular, después de que llevan meses hablando de Ahora en Común y tras haberse roto los nudillos de llamar a la puerta de Podemos sin que les hagan el menor caso. Será complicado para la nueva fuerza presentarse ante los electores que tendrán papeletas con mucha mayor fuerza y conocimiento. En el día de difuntos habrá que leer unos versos del Tenorio a la memoria de IU, por mucho que el concejal de Medina al que han puesto de número uno muestre un entusiasmo obligado. Por cierto, en ese partido se han sentido siempre con una especie de superioridad moral al resto, son los adalides de la coherencia y la honradez, según parece. A la espera de que Juan Antonio Delgado, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles pueda hablar sin temor a represalias, cuando se publique la lista electoral y deje de ser picoleto para encabezar la lista gaditana de Podemos.
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